El interior del planeta Tierra es un tema que ha dado mucho de qué hablar ya que ha sido extensamente discutido por muchos teóricos, y además, sigue siendo objeto de estudio y polémica para la comunidad científica desde hace un par de siglos.
Grandes astrónomos y matemáticos en el pasado apoyaban la teoría de la Tierra Hueca. Uno de ellos fue el prestigioso doctor Edmund Halley, astrónomo real de Inglaterra en el siglo XVIII y descubridor del cometa Halley.
Éste postulaba que la Tierra estaba hueca por dentro y que en su interior albergaba tres conos concéntricos con un centro fundido de la lava, que servía a modo de un “sol interior”. Newton también creyó en esta teoría.
Otro científico que defendió la teoría de la Tierra Hueca fue Leonhard Euler, un genio matemático del siglo XVIII. Éste sostuvo que a parte de ser hueca, la Tierra tenía dos aperturas que se correspondían a los Polos del globo.
Además de las teorías científicas al respecto, la idea de que la Tierra esté hueca por dentro ha despertado la imaginación de muchos escritores y artistas. Una de las obras más conocidas que hablan al respecto es Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne. Otra obra conocida es la de Las aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe.
Estas y muchas más novelas han mantenido viva la idea de que la Tierra es hueca, y que además alberga en su interior una civilización más avanzada que la nuestra, los habitantes de la superficie.
Sobre éste tema, la investigadora y escritora Débora Goldstern nos ha presentado un trabajo excepcional, el cual queremos compartir contigo:
Sucedió en 1823, cuando un tal James Cleves Symmes presentó una extraña propuesta al Congreso de los Estados Unidos con el fin de obtener fondos para financiar una expedición hacia el centro de la Tierra.
Aquel deseo, que para muchos en su día fuera declarado de lo más descabellado, contagió luego su entusiasmo a una serie de estudiosos inconformistas, quienes, animados por esta osadía, decidieron dar a conocer sus hipótesis acerca de una Tierra hueca, realizando publicaciones sorprendentes en un claro desafío a la ciencia ortodoxa, observadora horrorizada ante estos arrebatos intelectuales.
Transcurrido más de un siglo desde aquel anuncio esbozado por Symmes, la leyenda de un planeta hueco continuó fascinando a distintas generaciones, siendo en la actualidad Internet su defensora más acérrima, con miles de páginas entregadas a esta visión.
La intriga ante esta devoción rayana en el fanatismo más absurdo llevó a la escritora Débora Goldstein a sumergirse en el mundo de las conspiraciones, para tratar de entender los motivos que alimentan el mito sobre la hipotética existencia de una Tierra interna oculta dentro del planeta..
¿Existe una Tierra hueca negada por los gobiernos? ¿O se trata tan solo de una creencia que se niega a morir? Interrogantes que solo podrás responder una vez que hayas leído el informe. Consigue el libro aquí.
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