El Pentágono tiene un ingenioso plan para mantener a los portaaviones relevantes para la guerra del futuro: sacarlos del agua y elevarlos hacia el cielo.
El plan suena ridículamente similar a los Helicarriers de las películas de Marvel Cinematic Universe, pero The Economist informa que DARPA, la división de investigación del Pentágono, se toma muy en serio el despegue del programa.
El proyecto actual involucra un avión nodriza volador que puede desplegar y recolectar drones de fabricación barata llamados Gremlins que pueden pulular, vigilar el área y tal vez incluso participar en el combate ellos mismos.
Simulador de vuelo
Cuando llega el momento de desplegar un avión no tripulado Gremlin, el avión de carga modificado convertido en portaaviones simplemente los arrojaría del cielo.
Sus alas se desplegarían cuando sus motores se encienden, lo que permitiría que un operador humano comandara flotas de ellos a la vez.
Cuando llega el momento de volver a casa, los drones intentarán engancharse a una pequeña cápsula que cuelga del transportador como una tira de cinta adhesiva.
Hasta ahora, nadie ha logrado mantener el aterrizaje, aunque The Economist señala que algunos intentos han «llegado a centímetros de una captura exitosa».
A primera vista, los portaaviones voladores parecen innecesariamente complicados, arriesgados e intensivos en carbono en comparación con dejarlos flotando en el agua.
Pero el ejército está preocupado, informa The Economist , por los misiles de largo alcance que pueden viajar más lejos de lo que pueden viajar los aviones en los portaaviones, lo que hace que el paradigma sea inútil.
Reemplazarlos con drones comparativamente baratos que el jefe del programa Gremlin, Scott Wierzbanowski, dijo a The Economist puede «entrar y crear estragos» antes de ser derribado, hace que la propuesta extraña valga un poco más la pena.
El motivo de crear un buque de guerra volador no es otro que apoyar a los vehículos de bajo coste y riesgo como son los drones o los poderosos y versátiles aviones no tripulados, los cuales ven como su velocidad y rango perjudican sus misiones, factores que desaparecerán con este nuevo vehículo.
DARPA indica que será cuestión de tiempo en que se consiga ser desarrollado y desplegado.
«Aunque pueda sonar una locura, ya teníamos algo similar y completamente funcional durante la Segunda Guerra Mundial».
Los estadounidenses tenían a su disposición los dirigibles USS Akron y USS Macon (oficialmente ZRS-4 y ZRS-5), los cuales escondían en su interior hasta cinco pequeños biplanos F9C-2 (aeronaves con un rango muy limitado) que se lanzaban en pleno vuelo cerca de las localizaciones de actuación.
Cobra mayor importancia cuando conocemos que el propio gancho que soltaba a las aeronaves eran capaces de volverlas a recoger y guardarlas en su interior. Todo esto sin ningún accidente en toda su historia.
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