Los petroglifos son diseños simbólicos grabados en rocas. Muchos fueron hechos en el período Neolítico, y existen conexiones en todas partes del mundo.
Una de las primeras peculiaridades de estos petroglifos y, posiblemente una de las que más asombra a los estudiosos en la materia, es la distancia entre ellos. ¿Cómo es posible que se encuentren separados hasta en diferentes continentes y, a la vez, sean tan parecidos entre sí?
La misteriosa cueva mexicana
A unas horas de caminata de Veracruz, en México, se descubrió por casualidad (como casi todos los descubrimientos), una cueva muy peculiar.
En su interior se encontraron restos de asentamientos humanos, y además, unas inscripciones en piedra, mediante las cuales, muchos aseguran de que es una de las pruebas más fehacientes del contacto primigenio entre hombres y seres que provenían de otros planetas.
Se ha encontrado, tallado y detallado en piedra, cómo un artefacto volador, proveniente de las estrellas impactaba contra el suelo. En su interior viajaban tres ocupantes, con aspecto humanoide, pero muy diferentes a los humanos.
Dos de ellos perecieron en el accidente, pero uno sobrevivió. Se cree que esto sucedió hace 200.000 años.
Los pobladores locales y los investigadores de la zona, como Venancio Osorio, aseguran que esta puede ser la prueba del primer contacto alienígena con los primitivos pobladores de la zona.
Aseguran fuentes locales, que en 1983, la NASA apareció para llevarse los restos que pudiesen quedar de las naves alienígenas y de los seres que la pilotaban.
Allí sólo quedó la cueva, mostrando evidencias por todas partes de la existencia de estos misteriosos seres.
El Valle del Encanto
También en el continente americano, pero a bastante distancia que el anterior caso, encontramos los petroglifos del Valle del Encanto, al oeste de Ovalle, una ciudad situada a 400 km de Santiago de Chile.
Allí encontramos un arroyo, con un hilo de agua, pero que contuvo un abundante caudal en el pasado, y era un lugar frecuentado por nómadas del pueblo Molle, que buscaban saciar su sed y la de su ganado con estas ricas aguas.
Eran proclives a dibujar en las rocas, en muchas ocasiones humanos, con grandes tocados en la cabeza haciendo ofrendas a los dioses, o sencillamente escenas de su vida cotidiana…
Pero existen otro tipo de seres dibujados que desafían toda lógica. Salvador Araya es el guía de este parque, y asegura que muchos de esos petroglifos muestran seres de otros planetas.
Las representaciones de los humanos se realizaban de forma esquemática, casi con forma de primates, que saludaban a unos seres con una gran cabeza, mucho más altos y que saludaban con tres dedos.
Salvador Araya cree que estos seres pudieron tener contacto con la civilización Molle por su inocencia y bondad, y está convencido de que no contactan con nosotros debido a nuestra corrosión y egoísmo, ya que no seríamos capaces de ofrecer ni intercambiar nada bueno.
Estos petroglifos sorprenden enormemente a los visitantes de la zona, primero porque están realizados en duro granito, y luego por sus inscripciones, realmente desconcertantes.
Petroglifos en Pontevedra
Una de las zonas con más petroglifos concentrados de toda Europa se encuentra en la provincia de Pontevedra, en Campo Lameiro.
En esta zona encontramos una auténtica maravilla de arte rupestre, y se está cuestionando en los últimos años su estado de conservación y los escasos esfuerzos que se están realizando para conservarlos.
Su valor es incalculable, y encontramos auténticas maravillas talladas en piedra, que podrían contarnos mucho más con las debidas investigaciones.
En estos petroglifos no sólo encontramos formas humanoides extrañas y el posible dibujo esquemático de ciertos artefactos circulares que no llegamos a entender, sino que tienen mucha similitud con otros petroglifos encontrados en el norte de Europa.
Recordemos que estamos hablando de la Edad de Bronce, cuando no se viajaba en avión precisamente… Estas coincidencias están asombrando a los investigadores, que mantienen diferentes hipótesis abiertas para conseguir dar una explicación a estas casualidades.
De hecho, las piedras que conforman Campo Lameiro son todo un reto para los investigadores, aun después de tantos años estudiándolos.
Cuevas de Charama en la India
En el año 2014, en el estado central de Chhattisgarh, en la India, fueron encontradas una serie de pinturas rupestres y petroglifos muy extraños, y que están suponiendo un auténtico reto para la comunidad científica que los está estudiando.
De hecho, un grupo de arqueólogos de la India, se ha puesto en contacto con la NASA para que colaboren con ellos en las investigaciones para poder arrojar algo de luz sobre lo que están viendo.
Demasiadas coincidencias
Estos son sólo algunos de los ejemplos que encontramos a lo largo de todo el mundo… Y seguro que nos queda todavía mucho por descubrir.
No olvidemos que estamos hablando de la Edad del Bronce, de hace miles de años, en los cuales, los humanos, ni viajábamos ni nos comunicábamos entre nosotros.
Es fácil explicar que unos mismos zapatos los encontremos hoy en día en Estados Unidos, en Chile, en Suecia, o en Japón…
Pero, ¿qué probabilidades existen de que en aquella época una persona, o civilización Mexicana influyera sobre una situada en la India? Las posibilidades son matemáticamente ridículas.
Es por ello que muchos investigadores empiezan a plantearse seriamente la posibilidad de que la humanidad ha sido ya visitada por seres “diferentes” a nosotros.
En algunas culturas, esto fue avanzando generación tras generación hasta venerar a esos seres como dioses, dadores de vida y de conocimiento…
En otros lugares, sencillamente pasaron al olvido, quedando de ellos sólo el recuerdo de las piedras talladas, que nos hablan a su manera, y no paran de lanzarnos un mensaje que cada vez resulta más apremiante averiguar.
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REDACCIÓN: Ana Escudero Satorres
VIDEO: Misterios del Mundo
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