Los puntos brillantes del planeta enano Ceres siguen confundiendo a los investigadores. Ahora se especula si las variaciones en el brillo proceden de la evaporación de agua de un subsuelo habitable. Recientemente, un equipo de astrónomos dirigido por Paolo Molaro del Observatorio Astronómico de Trieste en Italia, se sorprendió al comprobar que los famosos puntos brillantes se iluminaban durante el día.
La composición de estas características, -descubiertas por la nave espacial Dawn de la NASA- está en discusión, ya que los científicos debaten si están hechas de hielo de agua, de sales evaporadas, o alguna otra cosa. Molaro y sus colegas estudiaron las manchas en Ceres en julio y agosto de 2015, mediante el instrumento HARPS en el Observatorio Europeo Austral (ESO). Este instrumento montado en el telescopio de 3.6m de ESO en La Silla (Chile), permite realizar mediciones de las velocidades radiales con la mayor exactitud actualmente disponible.
Mediante la utilización de HARPS, los investigadores descubrieron cambios inesperados en los puntos brillantes misteriosos. Sin embargo, en un principio se pensó que era un problema instrumental. Tras una doble comprobación, tuvieron que concluir que las anomalías en la velocidad radial eran realmente probables. A continuación, el equipo observó que estaban conectadas a los periodos de tiempo cuando los puntos brillantes del cráter Occator eran visibles desde la Tierra, por lo que establecieron una relación entre ellos.
Sin embargo, detectaron variaciones que todavía sigue dejando perplejos a los astrónomos ya que no han encontrado una explicación plausible de su ocurrencia. «No sabemos nada sobre esos cambios, de verdad. Y esto aumenta el misterio de estos puntos,» dijo Molaro a Astrowatch.net.
Una de las hipótesis que se propone es que el cambio observado podría ser activado por la presencia de sustancias volátiles que se evaporan debido a la radiación solar. Cuando los puntos están en el lado iluminado por el sol forman plumas que reflejan la luz solar de manera muy eficaz. Los científicos sugieren que las plumas se evaporan rápidamente, pierden la reflectividad y producen el cambio observado.
«Es bien sabido que una gran cantidad de agua se esconde debajo de la superficie de Ceres, de modo que hielo de agua o clatratos hidratos son las hipótesis naturales principales. Sin embargo, una respuesta adecuada se proporcionará por los científicos que trabajan en el equipo de Dawn en los próximos meses», dijo Molaro. El equipo sopesará nuevas explicaciones hasta finales de este año cuando repetirá de una manera más sistemática su proyecto piloto. Un aspecto importante de su trabajo es que han mostrado una nueva forma de estudiar Ceres desde el suelo, que podría llegar a ser útil incluso después del final de la misión Dawn.
Si se confirma la teoría del equipo, Ceres sería internamente activa. Si bien este planeta enano es conocido por ser rico en agua, no está claro si esto está relacionado con los puntos brillantes. Está todavía en debate si Ceres posee un gran tanque de agua, y podría ser un lugar adecuado para albergar vida microbiana.
«La vida como la conocemos en la Tierra necesita agua líquida, elementos biogénicos y una fuente de energía estable. ¿Es Ceres buen lugar para tener todo esto al mismo tiempo y durante un periodo prolongado, de miles de millones de años? Nadie lo sabe en este momento», concluye Molaro.
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